La madre de Juliana Peralta, Cynthia Montoya, recuerda que los maestros solían llamar para elogiar a su hija: en sexto grado por rescatar a una amiga de acosadores, en octavo por ayudar a una maestra sustituta.

Sin embargo, cuando Juliana comenzó a usar la aplicación Character AI y a charlar con un chatbot llamado “Hero”, su comportamiento cambió.

Según la demanda presentada por sus padres en Colorado, EE.UU., la compañía es responsable porque el chatbot reforzó la dependencia de la menor hacia la aplicación y no activó protocolos de crisis, a pesar de que ella expresó pensamientos suicidas en múltiples conversaciones.

The Washington Post accedió a casi 300 páginas de conversaciones entre Juliana Peralta y su chatbot, en lo que sería el tercer caso de alto impacto que llega a tribunales

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