Septiembre, históricamente, ha sido un período temido por el sistema financiero al ser un mes con menor desempeño que el resto del año. Coincidiendo con el fin del verano en el hemisferio norte, una época en la que el volumen de negociación en los mercados baja, impactando en la liquidez, generando una ola bajista en todo tipo de acciones y activos, además de coincidir con un ajuste de portafolios y una importante salida de capital de cara al último trimestre. Esta tendencia no ha sido ajena a cripto, que se ha visto permeado debido a que los inversores mueven su cartera de activos, entre ellos criptoactivos, antes del cierre del tercer semestre.

Aunque el ‘mes rojo’ prende las alarmas , como en todo mercado emergente y dinámico, los patrones del pasado no necesariamente definen e

See Full Page