La situación de Julián Álvarez en el Atlético de Madrid empieza a tensarse de forma preocupante. El delantero argentino llegó el pasado verano como fichaje estrella y con la expectativa de convertirse en la referencia ofensiva del equipo de Simeone. Sin embargo, la realidad dista mucho de lo esperado y su descontento es cada vez más evidente.
El debut de Julián con la camiseta rojiblanca estuvo lejos de lo soñado. El Atlético no compitió hasta el final por los títulos y, aunque Álvarez mostró destellos de su calidad, nunca terminó de consolidarse como líder absoluto del ataque. Simeone confió en la rotación, pero el argentino nunca sintió que fuera indiscutible, algo que le ha pesado en su adaptación.
Un arranque aún peor
Si la primera temporada dejó dudas, el inicio de esta segunda