Rompe-cabezas
Entre la parálisis y la esperanza
Kimberly Armengol
No es sólo un dato anecdótico el 80 aniversario de la Organización de Naciones Unidos, es el momento justo de preguntarnos si la ONU sigue siendo el foro donde el mundo pueden dirimir los grandes conflictos o sólo es un ente con discursos solemnes y buenas intenciones.
Es una etapa crítica con el multilateralismo agonizando, los autoritarismos creciendo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a punto de fracasar y crisis humanitarias y morales como el genocidio en Gaza. Aquella promesa de “nunca más” parece el slogan de una buena intención, más que una realidad tangible.
La misión con las que surgió esta organización era clara: evitar otra conflagración tras la Segunda Guerra Mundial, proteger los derechos humano