El régimen de Vladímir Putin ha golpeado de nuevo al colectivo Pussy Riot, conocido por sus acciones contra el Gobierno ruso desde que, en el 2012, se presentaron ataviadas con pasamontañas de colores en la catedral de Cristo Salvador, en Moscú, para cantar “Madre de Dios ¡Fuera Putin!” a ritmo de punk-rock. Desde entonces sus componentes han sido condenadas en varias ocasiones, pero ninguna tan dura como la que la semana pasada sentenció en ausencia a cinco de ellas a penas de entre 8 y 13 años de prisión.

Huidas desde hace tiempo de su país natal, este martes tres de ellas actuarán dentro de las fiestas de la Mercè para presentar su nuevo espectáculo, que prepararon durante una residencia de tres semanas en el Casal del barri de la Trinitat Nova dentro del programa Artist at Risk. Desd

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