VIENA (AP) — El líder supremo de Irán rechazó el martes entablar negociaciones directas con Estados Unidos sobre el programa nuclear de su país, lo cual cerraría la puerta a un último esfuerzo para detener la reimposición de sanciones de las Naciones Unidas sobre Teherán.

Es probable que las declaraciones del ayatolá Ali Jamenei, transmitidas por la televisión estatal iraní, limiten cualquier posible acercamiento a Estados Unidos por parte del presidente iraní Masoud Pezeshkian, quien se encuentra en Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, mantuvo reuniones con diplomáticos de Francia, Alemania y Reino Unido sobre la reimposición de las sanciones, que volverán a entrar en vigor el domingo.

Las conversaciones con Estados Unidos representan “un callejón sin salida absoluto”, dijo Jamenei.

“Estados Unidos anunció de antemano el resultado de las conversaciones”, añadió. “El resultado es el cierre de las actividades nucleares y del enriquecimiento (de uranio). Esto no es una negociación. Es un dictado, una imposición”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, describió la posibilidad de llegar a un acuerdo con Irán como “extremadamente escasa” incluso antes de los comentarios de Jamenei, informó la agencia de noticias alemana dpa.

Según informes, Wadephul dijo que “Irán ha desatendido durante años las obligaciones que adquirió en virtud del Acuerdo Nuclear de Viena”. El diplomático alemán se refirió al pacto nuclear establecido entre Teherán y las potencias mundiales en Viena en 2015 y que tenía como objetivo evitar que Irán desarrollara armas nucleares.

“Hemos establecido las consecuencias necesarias de esto y activado el llamado mecanismo de reimposición de sanciones o “snapback”, que restablecerá las penalizaciones internacionales contra Irán al final de esta semana”, dijo.

Wadephul añadió, sin embargo, que los tres países europeos —conocidos como el E3— seguirán negociando con Irán aun después de que se reimpongan las sanciones.

En medio de una serie de compromisos diplomáticos, Araghchi también se reunió el lunes con Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, en Nueva York.

A principios de este mes, el organismo de control nuclear de la ONU e Irán firmaron un acuerdo mediado por Egipto para allanar el camino para reanudar la cooperación, incluyendo formas de reiniciar las inspecciones de las instalaciones nucleares iraníes. Sin embargo, ese acuerdo aún no se implementa completamente.

En julio, Pezeshkian firmó una ley adoptada por el parlamento de su país en la que se suspende toda cooperación con el organismo de control nuclear de la ONU. Esto se produjo después de la guerra de 12 días entre Israel e Irán en junio, durante la cual Tel Aviv y Washington bombardearon sitios nucleares iraníes.

Francia, Alemania y Reino Unido comenzaron el proceso de reimposición de sanciones a Irán a finales de agosto.

El proceso —denominado “snapback” por los diplomáticos que lo negociaron en el acuerdo nuclear de Irán de 2015 con las potencias mundiales— está diseñado para que no pueda ser vetado en la ONU. Comenzó una cuenta regresiva de 30 días para la reanudación de las sanciones a menos que Occidente e Irán lleguen a un acuerdo diplomático.

Las naciones europeas han dicho que estarían dispuestas a extender el plazo si Irán reanuda las negociaciones directas con Estados Unidos sobre su programa nuclear, permite que los inspectores nucleares de la ONU accedan a sus sitios nucleares y da cuenta de los más de 400 kilogramos (881 libras) de uranio altamente enriquecido que posee, según el organismo de control de la ONU.

Si no se alcanza un acuerdo diplomático esta semana, las sanciones se reimpondrán automáticamente el domingo. Eso congelaría nuevamente los activos iraníes en el extranjero, detendría los acuerdos de armas con Teherán y penalizaría cualquier desarrollo del programa de misiles balísticos de Irán, entre otras medidas, afectando aún más a la tambaleante economía del país.

Irán ha insistido durante mucho tiempo en que su programa es pacífico, aunque las naciones occidentales y el OIEA evalúan que Teherán tuvo un programa activo de armas nucleares hasta 2003. Jamenei volvió a asegurar que Irán no busca construir bombas atómicas.

“No tenemos una bomba nuclear y no tendremos una, y no planeamos usar armas nucleares”, dijo.

Sin embargo, enfatizó que los ataques israelíes y estadounidenses no destruirían el conocimiento nuclear adquirido por Irán durante décadas por la crisis en torno al programa.

“La ciencia no será demolida por amenazas y bombardeos”, aseguró.

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Gambrell informó desde Dubái, Emiratos Árabes Unidos. El periodista de The Associated Press Nasser Karimi en Teherán, Irán, contribuyó a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.