
En el Pleno del Congreso de los Diputados , la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero , protagonizó este martes un momento inesperado que ha generado gran repercusión política y mediática. Durante un rifirrafe con el diputado del Partido Popular Juan Bravo , Montero confundió aludir al “novio” de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, con el “hermano” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envuelto en causas judiciales por presunta malversación.
Según recoge El Debate , el desliz de la dirigente socialista se produjo después de que Bravo acusara al Ejecutivo de “dar carta de normalidad a lo que no es normal”, en referencia a las prórrogas presupuestarias, las concesiones a los independentistas, los problemas derivados de la presión fiscal y los fallos del sistema de pulseras telemáticas para maltratadores. La respuesta de Montero, en tono desafiante, fue: “¿No tiene nada que decir del hermano?” , cuando en realidad pretendía referirse a las polémicas que afectan a la pareja sentimental de Ayuso.
Contexto de máxima tensión política
El error de Montero no llega en un vacío. Tal como explica El Debate , se produce en un clima marcado por la acumulación de escándalos judiciales que afectan de lleno a la familia directa de Pedro Sánchez :
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David Sánchez Pérez-Castejón , hermano del presidente, ha sido enviado a juicio por la Audiencia Provincial de Badajoz acusado de malversación en un cargo creado a medida en la Diputación.
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Begoña Gómez , esposa de Sánchez, se enfrenta a un juicio con jurado popular por malversación, además de estar investigada por otros cuatro delitos, entre ellos tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
En este contexto, el lapsus de Montero ha sido interpretado por la oposición como un acto fallido que refleja las preocupaciones internas del PSOE por el impacto de estos procesos en la figura del presidente.
La reacción en la Cámara
El comentario de la vicepresidenta generó un murmullo inmediato entre los diputados presentes en el hemiciclo. El PP no tardó en señalar que el lapsus “dice más de lo que parece” , y varios parlamentarios ironizaron sobre que Montero hubiese puesto en el centro del debate al hermano del presidente, en lugar de a Ayuso.
A pesar de rectificar, la socialista mantuvo un discurso en defensa de la acción del Gobierno, destacando el crecimiento económico, la subida de las pensiones, el incremento del salario mínimo y la lucha contra el fraude fiscal , que según afirmó permitió recuperar 18.000 millones de euros. No obstante, el eco de su error fue más fuerte que sus argumentos.
Una grieta en el discurso del PSOE
El lapsus llega en un momento de máxima fragilidad política para Pedro Sánchez , con varios frentes judiciales abiertos en torno a su familia y la presión de la oposición para que dé explicaciones en el Congreso. El comentario involuntario de Montero ha servido para que el PP y Vox subrayen el “ silencio incómodo ” del Gobierno respecto a los casos que afectan al entorno personal del presidente.
Lejos de ser un mero desliz lingüístico, el episodio refleja la dificultad del Ejecutivo para separar la defensa política de Sánchez de los problemas judiciales de sus allegados , un asunto que amenaza con convertirse en una losa cada vez más pesada de cara al futuro inmediato.