
Pronto, la gente podrá utilizar tecnología satelital e inteligencia artificial para rastrear la peligrosa contaminación por hollín en sus vecindarios —y de dónde procede— de una forma no muy diferente a cómo se monitorean las tormentas que se aproximan, según los planes de una coalición sin fines de lucro liderada por el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore.
Gore, que puso en marcha Climate TRACE, que utiliza satélites para controlar la ubicación de fuentes de metano que atrapan el calor, expandió el miércoles su sistema para rastrear el origen y la contaminación por partículas diminutas, a menudo denominadas hollín, a nivel de vecindarios en 2.500 ciudades en todo el mundo. Según estudios y reportes científicos, la contaminación por partículas mata a millones de personas en todo el mundo cada año, y a decenas de miles en Estados Unidos.
La coalición de Gore utiliza 300 satélites, 30.000 sensores de seguimiento terrestre e inteligencia artificial para rastrear 137.095 fuentes de contaminación por partículas, de las cuales 3.937 están categorizadas como "superemisores" por el volumen de emisiones. Los usuarios pueden observar las tendencias a largo plazo, pero en aproximadamente un año, Gore espera que los datos estén disponibles diariamente para poder incorporarlos a aplicaciones meteorológicas, como los reportes de alergias.
No se trata solo de ver las partículas contaminantes. La web muestra también quién las produce.
“Antes de la IA, para la gente era difícil ver con precisión de dónde proviene esta contaminación atmosférica convencional", señaló Gore. "Cuando está sobre sus hogares y en sus vecindarios, y cuando la gente tiene una idea muy clara de ello, entonces creo que están empoderados con la realidad de su situación. Mi fe religiosa siempre me ha enseñado que conocerás la verdad y la verdad te hará libre”.
A diferencia del metano, la contaminación por hollín no es técnicamente un problema climático porque no provoca el calentamiento del planeta, pero tiene su origen en el mismo proceso: la combustión de combustibles fósiles.
“Es el mismo proceso de combustión de los mismos combustibles el que produce tanto la contaminación por gases de efecto invernadero como la contaminación por partículas que mata a casi nueve millones de personas cada año", manifestó Gore en una entrevista en video el lunes. "Le pondré un ejemplo. Recientemente, pasé una semana en Cancer Alley, el tramo entre Baton Rouge y Nueva Orleans donde se basa la industria petroquímica de Estados Unidos. Es un tramo de 105 kilómetros (65 millas), y a ambos lados del río hicimos un análisis con los datos de Climate TRACE. Si Cancer Alley fuera una nación, sus emisiones de contaminación global per cápita ocuparían el cuarto lugar en el mundo, por detrás de Turkmenistán”.
La firma de Gore encontró que Karachi, en Pakistán, era la ciudad con más personas expuestas a la contaminación por hollín, seguida de Guangzhou, China; Seúl, Corea del Sur; la ciudad de Nueva York y Daca, en Bangladesh.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.