**Título: Redadas de ICE generan miedo y crisis económica en latinos**

María Manzano, de 70 años, enfrenta una dura realidad en su tienda de Los Ángeles. Desde que llegó a Estados Unidos en los años noventa, ha visto días mejores. Hoy, su negocio, que antes prosperaba, apenas puede cubrir los gastos. “Uno no quisiera tirar la toalla, pero esto va para atrás”, confiesa. La intensificación de las redadas migratorias ha llevado a que muchos clientes eviten salir de casa. “La gente tiene miedo, no salen porque tienen miedo de que los atrapen”, afirma Manzano.

El impacto emocional de estas redadas es significativo. María Abellón, abogada de inmigración y psicóloga, explica que muchas personas limitan sus actividades diarias por temor a ser detenidas. Este miedo no solo afecta a los indocumentados, sino a toda la comunidad latina. Manzano, aunque es residente legal, también siente la presión.

Desde que inauguró su tienda en 1999, se levanta a las 4:30 de la mañana para preparar pan y comidas caseras. Sin embargo, la situación actual ha hecho que su sueño de ahorrar para una casa propia se vea cada vez más lejano. “Estamos luchando, pero no se puede”, dice. Su esposo la ayuda a cubrir la renta, pero la incertidumbre persiste.

Leticia Calderón, especialista en procesos migratorios, advierte que las políticas de la administración Trump tendrán un impacto duradero. “Esto va a afectar a las personas muchísimo, emocionalmente es devastador”, asegura. La inseguridad se agrava para aquellos que han huido de situaciones difíciles en sus países de origen.

Una madre venezolana en Nueva York comparte su angustia. Su esposo fue detenido a pesar de tener Estatus de Protección Temporal. “Mis hijos tienen miedo de que me pase lo mismo”, relata. Este temor ha llevado a muchas familias a considerar no enviar a sus hijos a la escuela.

El clima de miedo también afecta a las comunidades educativas. Un informe de la Universidad de Stanford indica que las redadas han coincidido con un aumento del 22% en el ausentismo escolar. María Miranda, del sindicato United Teachers Los Ángeles, señala que el estrés y el miedo están afectando el aprendizaje de los estudiantes.

KIND, una organización que apoya a migrantes, ha documentado casos de niños que temen ir a la escuela. “Es muy difícil que en esas condiciones pueda aprender”, concluye Miranda. La situación actual plantea serias preocupaciones sobre el futuro de los niños y jóvenes en estas comunidades, que viven con la amenaza constante de separación familiar y deportación.