
La portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, ha defendido este martes la medida aprobada por el Ayuntamiento de Madrid para obligar a los médicos a informar de un supuesto “síndrome post aborto” a las mujeres que quieran interrumpir voluntariamente su embarazo. Una iniciativa planteada por Vox y que el PP de José Luis Martínez Almeida ha apoyado, pese a contar con mayoría absoluta y no necesitar a los ultras para gobernar la ciudad, como sí ocurría en la legislatura pasada.
Muñoz ha acusado primero a la prensa de preguntar sobre este asunto al dictado del Gobierno. “Soy plenamente consciente de que las órdenes que ha dado el Gobierno hoy es de lanzar una nueva ardilla para que no se hable de todos los temas de corrupción y de su incompetencia y negligencia y mentiras con respecto a la desprotección que han sentido las mujeres víctimas de violencia machista. Soy plenamente consciente de la ardilla”, ha sostenido.
“En cualquier caso, le voy a responder”, ha concedido a los periodistas. “Creo que la información nunca es un problema. Quien tiene que explicar por qué le parece un problema la información es quien está en contra de que las mujeres estemos informadas”, ha asegurado.
Sanidad estudiará las consecuencias “jurídicas” de la propuesta
El Ministerio de Sanidad estudiará las “consecuencias jurídicas” de la propuesta de Vox que aprobó este martes el Pleno del Ayuntamiento de Madrid con el apoyo del PP para obligar a los empleados municipales a informar a las mujeres que quieran interrumpir su embarazo de un falso “síndrome post aborto”. La iniciativa se ha aprobado en la misma semana que se cumplen 40 años de la primera ley que permitió a las mujeres españolas interrumpir su embarazo en algunos supuestos.
La ministra Mónica García ha asegurado “que es un síndrome que no existe como diagnóstico clínico” y “pretende relacionar el aborto con un futuro de miedo y apocalipsis de mujeres alcohólicas y drogadictas”. “A todos los profesionales les decimos que no se puede mentir ni instalar bulos en las mujeres, va en contra de la práctica médica. No hay evidencia científica sino violencia camuflada”, ha dicho en una rueda de prensa este miércoles.