“Está escupiendo al cielo y le está cayendo en la cara… Hay un porcentaje muy importante que rechaza todo, alrededor del 60 %. La gente se cansó de todo.”
La frase de Jaime Durán Barba, estratega y teórico de la comunicación política, sobre un discurso de Javier Milei, sintetiza el clima: una política con prestigio deteriorado, una sociedad incrédula y dirigentes incapaces de transmitir confianza.
Milei había logrado lo que parecía imposible: conectar con una sociedad herida y frustrada, ignorada por la dirigencia tradicional. Supo interpretar la bronca y la convirtió en un relato disruptivo. Pero las luces del poder lo encandilaron. Dejó de escuchar a quienes lo asesoraban y se lanzó al tobogán de una crisis múltiple —económica, política y comunicacional— que es, sobre todo, emocional y