La infanta Elena siempre ha sabido proteger su intimidad con una discreción poco habitual dentro de su familia. Desde su divorcio de Jaime de Marichalar , hace ya más de una década, no se le ha conocido pareja formal ni se le ha visto en situaciones que alimenten rumores de romance. Su vida sentimental, según confiesan personas cercanas, quedó congelada tras aquella separación. La primogénita del rey Juan Carlos reconoció tiempo atrás que su matrimonio no nació del amor, sino del deseo de cumplir con las expectativas de sus padres. Aquel enlace con un aristócrata no fue precisamente un cuento de hadas y, cuando se rompió, decidió cerrar por completo ese capítulo. Desde entonces, ha centrado su vida en Froilán y Victoria Federica , sus dos hijos, y en mantener una existencia senci
De ser el amante de la infanta Elena a terminar ingresado durante cinco semanas por recibir palizas

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