La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , se enfrenta a una semana crítica. Mientras los mercados financieros han mirado fijamente a la evolución de la crisis política en Francia esta semana, la jefa del Ejecutivo europeo se encara a dos votos de confianza en Bruselas este jueves que podrían poner un fin subito a su vida política. El detonante de estas dos mociones ha sido el acuerdo arancelario que el bloque comunitario alcanzó con Washington a finales del verano, fijando la tasa general para la Unión Europea  en el 15%.

La decepción ha sido generalizada en ambos puntos del espectro político: desde el bloque de la derecha hasta la izquierda europea. En concreto, las dos mociones fueron lanzadas por la coalición de la izquierda, The Left ; y por el bloque de derecha, Patriots for Europe (PfE) . La política alemana, quién se integró por primera vez en la política en 1990 tras unirse a la Unión Cristiano Demócrata (CDU), el bloque conservador alemán, lleva desde 2019 al frente de la Comisión Europea. Von der Leyen renovó su cargo en junio de 2024.

No obstante, en las últimas encuestas europeas, la líder alemana ha caído en popularidad. En concreto, una encuesta realizada por la consultora francesa, Le Gran Continent y Cluster 17 halló que el 68% de los encuestados valoraban que el acuerdo arancelario tendría consecuencias negativas para Europa. En cuanto al liderazgo de von der Leyen y tras ser preguntados si confiaban en su juicio con respecto a asuntos económicos, el 41% de los encuestados afirmaron que no.

Aunque las motivaciones por parte de ambas coaliciones se diferencian en numerosos puntos, el consenso es que von der Leyen ha aceptado un acuerdo unilateral para poner fin a las hostilidades en Washington . Por otro lado, con respecto a las divisiones dentro de cada flanco ideológico, la coalición de The Left (compuesta del flanco de Verdes y otros partidos de izquierda como la Francia Insumisa) ha citado sus desacuerdos con la posición de Bruselas con respecto a la guerra en Gaza. La eurodiputada y dirigente de The Left, Manon Aubry, ha acusado a von der Leyen de «ser complice en el genocidio en Gaza por su falta de acción». El descontento logró acumular 72 firmas, lo que equivale a un tercio del Parlamento Europeo.

Por parte del flanco conservador de la Eurocámara, sus preocupaciones se centran ascensión de países como Turquía o Siria que se perfilan como nuevos miembros de la Unión Europea. Jordan Bardella, el líder de los Patriots y el presidente del partido francés de Le Pen, Agrupación Nacional (RN), ha insistido que «votar a favor de la moción de censura no es votar en contra de Europa, es votar para salvarla».

Ambas coaliciones tendrán que convencer al flanco centrista del Parlamento Europeo para poder derrocar a la comisión de von der Leyen. Esta coalición consiste en el Partido Popular Europeo (PPE), los Socialistas y Demócratas, además de Renueva Europa, que en su conjunto contribuyen en gran medida a los 360 escaños que se requiere para que salga adelante ambas mociones de confianza. Y no es la primera vez que von der Leyen se somete al examen parlamentario: en junio sobrevivió una moción por su papel en la llamada ‘ Pfizergate ’, cuando se filtraron conversaciones entre ella y el consejero delegado de la farmacéutica Pfizer en la altura de la crisis sanitaria.