En plena implementación de la primera fase del acuerdo de paz, Hamás se enfrenta a una cuestión acuciante y existencial: la de su desarme y salida del gobierno de la Franja, como contempla el plan propuesto por el presidente estadounidense el pasado 29 de septiembre, después de casi dos décadas de poder omnímodo.
La organización terrorista sabe que de no producirse la entrega de armas, , pero su disolución entra en contradicción con su razón de ser fundacional: la destrucción del Estado de Israel y la resistencia. La cuestión del desarme se erige en el principal escollo potencial para el mantenimiento de la paz en el territorio y la región.
Una semana después de aceptar el plan Trump, lo cierto es que Hamás ha lanzado mensajes ambiguos al respecto. Este sábado, un alto responsable de l