En solo seis años, la Escuela Superior de Música de Alto Rendimiento (Esmar) ha pasado de ser el primer conservatorio de música superior privado de la Comunitat Valenciana a un proyecto de «éxito» y «consolidado» . Así lo define uno de sus impulsores — Alejandro Monzonís — y así lo atestigua también la trayectoria de algunos de los alumnos de sus primeras promociones: el pianista Marco Antonio Reyes se alzó con el segundo premio del Concurso Nacional Intercentros; el violinista David Ruiz del Canto ha sido seleccionado en la Joven Orquesta de la Unión Europea (EUYO); y la oboísta Meritxell Quilis es academista nada más y nada menos que la prestigiosa Scala de Milán. Y así lo ha considerado el jurado de los Premios Levante-EMV que premiará al proyecto en la categoría de Educ
Esmar, la búsqueda de la excelencia musical con esencia 100 % valenciana

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