Tulum atraviesa una etapa de desaceleración turística e inmobiliaria, un ejemplo de ello es que el promedio de ocupación hotelera que resultó de apenas 30 por ciento durante la temporada de verano.
Empresarios y representantes turísticos coinciden en que la situación no se debe únicamente a factores recientes como el recale de sargazo o la temporada baja, sino a rezagos estructurales de más de 20 años en infraestructura, planeación urbana y servicios básicos.
Miguel Ángel Lemus Mateos, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios de Quintana Roo (Adiqroo), señaló que el destino requiere una reingeniería total que abarque desde la planeación urbana y la infraestructura hasta los procesos de permisos, licencias y autorizaciones.
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