El clima de internismo en el que vive inmerso el gobierno de Javier Milei parece no tener fin. Pasado el enojo de Guillermo Francos con Santiago Caputo por su falta de firma, y el intento del entorno del asesor de bajarle el tono a las críticas del jefe de Gabinete, en el caputismo no ocultan su malestar con otro de los sectores en los que recae la gestión política: los Menem.
Cercados por las denuncias judiciales, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y su primo, Eduardo “Lule” Menem, concentran parte de los hilos de la administración libertaria. El primero tiene bajo su ala una porción de la negociación con la oposición en el Congreso, mientras que el segundo es un pilar de apoyo de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
"La relación es pésima"
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