(Bienvenidos a Bruselas // A primera vista, no es muy bonita // La capital de lo surrealista // Te daremos un manual Ici Bruxelles – Jaune Toujours))
No sé qué tiene el Delirium Café, un antro del centro de Bruselas que no puedo evitar visitar cada vez que la obligación del oficio me lleva a la capital continental a cubrir algún asunto europeo. Será por su carta de 3.000 cervezas distintas a la que nunca le podré dar la vuelta. O será, tal vez, por su morfosis laberíntica que une hasta cuatro locales distintos en uno solo con cientos de salas y habitaciones distintas entre sí pero con la misma atmósfera, capaz de parar el tiempo a una ciudad sin segundero en el reloj donde pasan tantas cosas en un instante que los minutos se convierten en horas, las horas en días, los días en semanas.