La belleza de sus paisajes, su historia plagada de leyendas y sucesos reales y míticos, la arquitectura prehispánica y virreinal de las casonas, iglesias, conventos, conjugados con la riqueza gastronómica, artesanal, de festividades seculares, adicionados con la empatía de los pobladores para demostrar su identidad y cultura a los visitantes, conforman los elementos para ser considerado Pueblo Mágico.
Y Michoacán simboliza, por su diversidad de recursos naturales, históricos, sociales, culturales, un atractivo que refleja un capítulo relevante de la identidad nacional, de conocer el encanto de México.
De la decena de Pueblos Mágicos michoacanos, actualmente certificados ante la Secretaría de Turismo del gobierno federal, la mitad muestran la riqueza del arte y la cultura purépecha: Tzint