A la salida del Supremo, la asistente de José Luis Ábalos ha intentado tapar la cámara para evitar que se grabara al exministro. Ábalos se ha sentado en el banquillo junto a su abogado, con el que, según él mismo, mantiene relaciones rotas, y frente al juez que ayer le acusó de intentar dilatar el procedimiento.
Ábalos ha optado por no declarar, alegando indefensión . El magistrado le ha interrumpido hasta en cuatro ocasiones, recordándole que "el Supremo no es el Congreso". Tras horas de deliberación, el juez ha decidido dejarle en libertad bajo fianza, pese a reconocer indicios claros. Mañana será el turno de Koldo , en la búsqueda del presunto botín de las mordidas.
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