Buena parte de los 90 cadáveres de palestinos devueltos a Gaza por las autoridades israelíes en el marco del alto el fuego con Hamás mostraban señales de haber sido torturados y asesinados, como tener los ojos vendados, llevar esposas y presentar heridas de bala en la cabeza, según testimonios de médicos.

La tregua alcanzada con mediación de EEUU ha supuesto que Hamás entregase los cuerpos de varios de los rehenes que murieron durante los dos años de guerra, e Israel ha transferido los cadáveres de dos grupos de 45 palestinos muertos durante la contienda. El intercambio fue mediado por Cruz Roja.

Médicos del hospital Nasser, en la ciudad de Jan Yunis —al sur de la Franja— que recibieron los cadáveres de la Cruz Roja, declararon este miércoles que había amplias pruebas de palizas y ejecuciones sumarias, y que no era posible identificar ninguno de los cuerpos.

“Casi todos tenían los ojos vendados, estaban atados y tenían heridas de bala entre los ojos. Casi todos habían sido ejecutados”, declaró el doctor Ahmed al-Farra, jefe del departamento pediátrico del hospital Nasser.

“También tenían cicatrices y partes de la piel decolorada, lo que indica que les habían pagado antes de matarlos. También mostraban señales de que los cuerpos habían sido maltratados después de muertos”, añadió.

El médico agregó que los cuerpos se entregaron sin identificar, y que los hospitales gazatíes, bombardeados profusamente a lo largo de los últimos dos años, no tienen forma de realizar pruebas de ADN.

“Conocen la identidad de los cuerpos, pero quieren que las familias de las víctimas sufran aún más”, acusó.

Las autoridades del hospital indicaron que los cuerpos, que se habían conservado en cámaras refrigeradas en Israel, se entregaron con etiquetas numeradas, pero sin los nombres. Los médicos indicaron que estaban pidiendo a familiares de hombres palestinos desaparecidos que los ayudasen a identificarlos.

El Ejército israelí desvió una pregunta sobre estas acusaciones al servicio de prisiones, al que The Guardian ha preguntado sobre este asunto.

El Tribunal Penal Internacional investiga acusaciones de crímenes de guerra de las dos partes de la guerra de Gaza, incluida la del asesinato de 15 paramédicos palestinos y trabajadores de rescate encontrados en una fosa cubierta superficialmente el pasado marzo.

Las autoridades hospitalarias indicaron entonces que las víctimas estaban atadas de pies y manos y les habían disparado en la cabeza.

La devolución de los cadáveres por ambos bandos se ha convertido en un impedimento para la aplicación del alto el fuego que entró en vigor el fin de semana. Israel anunció que demoraría el suministro de ayuda humanitaria a Gaza por los retrasos en la entrega de 28 cuerpos de rehenes israelíes que se cree que fallecieron durante la guerra, y aseguraron que uno de los cuerpos recibidos no se correspondía con los de ninguno de los rehenes.

Hamás aseguró el miércoles por la mañana que había devuelto todos los restos de rehenes muertos a los que tenía acceso, y el Ejército israelí confirmó que la Cruz Roja había recibido otros dos cadáveres en Gaza.

El grupo militante ya había entregado los restos de siete de los 28 rehenes muertos e identificados, junto a un octavo cuerpo que según Israel no es de un rehén.