La crisis económica en Bolivia se profundizó en los últimos meses y la falta de dólares se hizo más notoria en la escasez de combustibles en las principales ciudades del país días antes del balotaje presidencial. El ciclo de 20 años de hegemonía del MAS concluye con una inflación en aumento, un dólar paralelo al doble del oficial y el florecimiento de mercados clandestinos, aún para el combustible.
Muchos bolivianos marcan que el intento de golpe de Estado de junio del año pasado -protagonizado por el general Juan José Zúñiga, hoy detenido-, alimentó los aumentos de precios y falta de combustibles que perdura hasta hoy. Eso redunda en menos transporte de larga distancia, suba de precios en pasajes, pero también en productos básicos como el pollo.
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