LAS CUEVAS, Trinidad y Tobago (AP) — El embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, condenó el jueves un reciente ataque estadounidense a un pequeño bote en aguas del Caribe, en el que murieron seis personas, calificándolo como “un nuevo conjunto de ejecuciones extrajudiciales”.

Moncada instó al Consejo de Seguridad de la ONU a investigar lo que llamó una “serie de asesinatos”, señalando que se han producido cinco ataques letales y 27 muertes reportadas desde que comenzaron los ataques en el Caribe en septiembre contra los que, según autoridades de Estados Unidos, son presuntos narcotraficantes.

Entre las personas que se cree que murieron en la reciente ofensiva ocurrida el martes se encuentran dos pescadores de Trinidad y Tobago, a quienes Moncada mencionó en su discurso.

Mientras el diplomático hablaba en la ONU el jueves, en el tranquilo pueblo pesquero de Las Cuevas, en el norte de Trinidad, la gente lamentaba la desaparición de Chad Joseph. Sus familiares creen que fue asesinado en el ataque, aunque no ofrecieron pruebas de que estuviera a bordo del bote impactado.

“La gente llora. ¿Por qué Donald Trump destruye familias?”, dijo a The Associated Press Afisha Clement, prima de Joseph.

Señaló que Joseph se había mudado a Venezuela hace seis meses y trabajaba en granjas con la esperanza de ganar más dinero.

Pero en las últimas semanas, él le comentó a la familia que estaba decepcionado con el dinero que ganaba y que planeaba regresar a casa, afirmó su prima.

El martes, se embarcó en un bote con destino a Trinidad y se esperaba que llegara el miércoles, dijo Clement.

Pero nadie ha sabido de él desde entonces.

Su familia lo ha llamado y le ha enviado mensajes de texto sin éxito mientras condenaban los ataques.

“Era una persona tranquila”, dijo Christine Clement, abuela de Joseph, desde su sala de estar. “Ha dejado a todo el pueblo con una gran tristeza”.

El Trinidad and Tobago Guardian, un diario local, informó que también está desaparecido un hombre identificado solo como “Samaroo”.

En la sede de la ONU, Moncada mostró la portada del periódico en el que se describían las vidas de los dos hombres de Trinidad.

“Hay un asesino merodeando por el Caribe”, dijo Moncada. “Personas de diferentes países... sufren los efectos de estas masacres”.

Unos pocos kilómetros (millas) separan a Venezuela de Trinidad y Tobago en su punto más cercano, y los continuos ataques militares han ahuyentado a los pescadores en la nación de las dos islas.

“No hay justificación alguna”, dijo Moncada. “Están fabricando una guerra”.

El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que considera a los presuntos narcotraficantes como combatientes ilegales que deben ser enfrentados con fuerza militar.

Los demócratas señalan que los ataques violan las leyes estadounidenses e internacionales, mientras que algunos republicanos buscan más información sobre los ataques y su justificación legal.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, insistió el jueves en la posibilidad de que entre los muertos en los ataques hubieran colombianos, citando un artículo de CNN publicado la víspera que indica que el ataque del 19 de septiembre habría tenido como objetivo un barco que salía de Colombia.

“Colombianos, trinitarios, han muerto bajo los misiles de Trump”, afirmó Petro sin mostrar pruebas e indicó que los pescadores del archipiélago colombiano de San Andrés y Providencia “tienen miedo”.

Mientras tanto, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, elogió el primer ataque a un bote que presuntamente transportaba drogas en el sur del Caribe y dijo que todos los traficantes deberían ser asesinados “violentamente”.

Estados Unidos comenzó a reunir sus fuerzas marítimas en el Caribe a principios de este año de una manera no vista en tiempos recientes.

“Estados Unidos supervisa una reordenación sísmica de prioridades y activos de defensa hacia el Hemisferio Occidental”, se afirma en un informe reciente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, D.C.

En el documento se indica que el territorio estadounidense de Puerto Rico ha proporcionado “la mayor parte de dicha infraestructura” mientras el ejército de Estados Unidos busca aeródromos y puertos en la región del Caribe a medida que crecen las preocupaciones sobre los ataques.

“La declaración de guerra del gobierno contra los carteles de drogas ha planteado una serie de preguntas legales, éticas y morales, y aunque la declaración de un estado de conflicto armado ha proporcionado cierta base legal, esto ya enfrenta un intenso escrutinio interno”, afirmó el centro en su informe.

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Coto informó desde San Juan, Puerto Rico. La periodista de la AP Astrid Suárez colaboró desde Bogotá con este reporte.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.