La reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, terminó ayer -tras más de cuatro horas a puerta cerrada- sin una clara confirmación sobre el envío de los misiles Tomahawk a Kiev, pero en un clima que sugiere que el republicano dio marcha atrás en sus intenciones de autorizar los misiles de largo alcance y apostará por redoblar su esfuerzo en busca de una salida negociada.

“La reunión fue muy interesante y cordial, pero le dije, como también le sugerí encarecidamente al presidente (ruso, Vladimir) Putin, que es hora de detener la matanza y llegar a un acuerdo. Basta de tiroteos, basta de muertes”, escribió el republicano en su cuenta de Truth Social al término de la cumbre, en la que no respondió preguntas a la prensa.

Por su pa

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