Álvaro Uribe es inocente , según la justicia, y más allá de recursos pendientes, así entrará a la campaña el caso del primer expresidente de Colombia procesado en la justicia ordinaria. La decisión, sin embargo, no sacude de fondo el tablero electoral de cara a las presidenciales de 2026, en un ambiente polarizado donde buena parte del país ya estaba alienado. Lo que sí hace es perfilar las narrativas del uribismo y el petrismo en la campaña. Sobre todo porque Iván Cepeda, el precandidato del Pacto, es la víctima y contraparte principal del proceso.

“He dicho la verdad a lo largo de esta extensa vida pública. Pido a la providencia energía para trabajar por Colombia”, dijo Uribe ayer en la noche, desde su finca en Llanogrande. “Vamos a perseverar, como hacen las víctimas, en este y otro

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