Después de semanas de negociaciones, la Unión Europea ha aprobado un nuevo paquete de sanciones contra Rusia , el decimonoveno desde el inicio de la invasión de Ucrania. Las medidas, acordadas por los Veintisiete, se extienden a los principales bancos rusos , a plataformas de intercambio de criptomonedas y a varias empresas con sede en China y la India que colaboran con el Kremlin. Bruselas quiere, sobre todo, recortar los ingresos energéticos que continúan alimentando la maquinaria bélica de Moscú, y por eso ha decidido adelantar un año –de 2028 a 2027– la prohibición de importar gas natural licuado (GNL) ruso a los países miembros.
El anuncio llega al día siguiente de que Estados Unidos impusiera sanciones a las petroleras Lukoil y Rosneft , un movimiento que refuerza el