
El líder de los independentistas de Mallorca acude al rescate de la llorica separatista Júlia Ojeda. «Todo mi apoyo» , ha afirmado el portavoz parlamentario de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia , en la red social X.
El coordinador general de esta formación ha expresado su respaldo a Ojeda, filóloga catalana afincada en Mallorca y vicepresidenta del partido independentista Alhora, que el pasado martes salió a voces de una tienda de muebles de Palma por hablarle un empleado en español y no atenderla en catalán, como ella exigía.
Aunque los empleados le pidieron que se calmara y la conminaron a que dejara de dar voces, envalentonada como estaba, la independentista optó por seguir gritando, abandonar la tienda y denunciar lo sucedido.
La lectura que de estos hechos ha realizado Apesteguia en redes sociales es, cuanto menos, peculiar. «¡Intolerable! Todo el apoyo ante una nueva agresión lingüística , que no es aislada ni casual: los catalanófobos están alentados por el discurso antimallorquín que esparce Vox y blanquea al PP . Exigimos la actuación de las instituciones para defendernos y defender nuestros derechos», manifestó en la citada red social el dirigente independentista.
La activista de Alhora también encontró el soporte y apoyo de los espías del catalán , la separatista Plataforma per la Llengua, que puso a su disposición «el servicio de defensa de derechos lingüísticos para que nos indiques con detalle los hechos y podamos asesorarte».
Ignorando el hecho de que el catalán y el castellano son lenguas oficiales en la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, la separatista en cuestión pertenece a la cúpula de un partido independentista, fundado el año pasado por Jordi Graupera y la golpista Clara Ponsatí que aboga por «descastellanizar» los inexistentes y fantasmagóricos Países Catalanes.
Vox: «Manipulación y uso partidista del idioma por parte del catalanismo»
Por ello, desde las filas de Vox en el Consell de Mallorca el portavoz adjunto de la formación, David Gil, ha denunciado sobre este altercado protagonizado por la activista separatista «la manipulación y el uso partidista del idioma por parte del catalanismo balear, intentando presentar el hecho como una agresión lingüística».
Para el número dos de Vox en el Consell, «este nuevo episodio no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia política perfectamente coordinada para crear tensión socia l y victimismo identitario. Antes lo intentaron en el ámbito sanitario y ahora lo trasladan al comercio. Todo forma parte de la misma campaña orquestada contra quienes defienden la libertad de hablar español en Mallorca».
En la misma línea ha lamentado además que «haya responsables políticos que desde las redes sociales den pábulo a estos montajes , sin contrastar los hechos, únicamente para obtener rédito ideológico. Esa irresponsabilidad institucional fomenta la crispación, daña la convivencia y estigmatiza a trabajadores inocentes».
«Ni la Constitución ni el Estatuto obligan a nadie a renunciar al español, y pretender lo contrario es pura ingeniería ideológica», abunda Gil que concluye incidiendo que «el separatismo intenta imponer por la fuerza un modelo lingüístico excluyente, mientras se presenta como víctima. Pero los verdaderos discriminados son los trabajadores y ciudadanos que simplemente usan la lengua común de todos los españoles».