Pocas veces hay un grado de coincidencia tan grande en el Parlamento europeo como el que se suscitó ayer al discutir la posible supresión del cambio horario dos veces al año, como ha propuesto esta semana el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. A diferencia de lo que le pasa al jefe del Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, en la Eurocámara todo el mundo le habría otorgado su respaldo ayer. Nadie quiere seguir con los cambios de hora, pero la decisión depende de los estados. Y aquí hay una división entre los que quieren quedarse en el horario de verano y los que prefieren el de invierno.

El pleno del Parlamento Europeo debatió ayer sobre la eliminación del cambio horario estacional que, cada seis meses, adelanta o retrasa los relojes para, en teoría, aprovechar mejor las h

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