La pelea de este domingo para renovar un tercio del Senado y la mitad de la Cámara de Diputados encierra un verdadero plebiscito para la gestión de Javier Milei. La proyección de semejante pulseada reedita los costos políticos para la Casa Rosada, especialmente después de nacionalizar las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, donde la alianza de La Libertad Avanza con el PRO perdió por una desventaja de 14 puntos frente a un peronismo que, hasta entonces, afrontaba un escenario cargado de incertidumbres por las internas en estado latente que sólo pudieron contenerse para el cierre de listas.

Han pasado seis semanas desde aquél cimbronazo que federalizó el revés bonaerense para el Gobierno, y desde entonces se aceleró la dinámica inusual del Congreso. A diferencia de otros comicios d

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