De todos los sistemas políticos conocidos la democracia parece ser el menos dañino, principalmente porque aseguraría la renovación de los mandatos, algo que no está en las inquietudes de las teocracias ni de la monarquía absolutista ni de las dictaduras. La mala noticia es que la alta política parece haber dejado lugar a la politiquería, para colmo acotada por el electoralismo.

En todo el país y, por supuesto, en Formosa, la ciudadanía deberá pronunciarse hoy sobre cuestiones enredadas por la politiquería: por un lado se elegirán diputados/as nacionales (en algunas provincias, además, senadores/as) y, por el otro, se vote como se votare, se estará dando un aval al presidente Javier Milei o al peronismo gobernador, mal que le pese al elector.

Esta argucia, planteada como estrategia electo

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