La comparecencia de Pedro Sánchez ante la comisión de investigación del Senado ha vivido este jueves uno de sus momentos más tensos, broncos y simbólicamente graves , al producirse un choque directo entre el presidente del Gobierno y el presidente de la comisión, Eloy Suárez , senador del Partido Popular.

Sánchez, entre evasivas y sarcasmos, ha llegado a calificar la comisión de investigación como “un circo” , en una afirmación que ha encendido las alarmas institucionales por el tono despectivo y abiertamente desafiante hacia una comisión parlamentaria legalmente constituida para esclarecer posibles delitos de financiación irregular en el seno del PSOE.

El rifirrafe: del sarcasmo a la confrontación directa

Todo comenzó cuando el presidente del Senado le reprochó a Sánchez que estaba abusando de su tiempo de respuesta sin contestar a las preguntas concretas formuladas por la senadora María Caballero (UPN):

«Señor Sánchez, la pregunta es muy concreta… si usted abusa, me veré en la necesidad de extender el tiempo de sus interpeladores» , advirtió Eloy Suárez.

Sánchez, lejos de moderar su actitud, contraatacó con sarcasmo :  «Lo primero, me va a permitir que agradezca la imparcialidad del presidente de esta comisión» , dijo con ironía. Y remató: «Es un sarcasmo» .

Ante la provocación, Suárez respondió con serenidad pero firmeza:  «No va a discutir conmigo, el protagonista es usted. Y demuestra usted una valentía tremenda sabiendo que yo no puedo defenderme» .

Sánchez: «Esto es un circo»

El punto álgido del enfrentamiento llegó minutos después, cuando Sánchez volvió a atacar el papel de la comisión:

«Yo creo que esto es un circo» , afirmó sin elevar la voz, pero con contundencia.

La reacción de Suárez fue inmediata:

«Esa es su opinión. Si ese es el respeto que tiene a esta institución…» , zanjó, visiblemente molesto por la descalificación.

Falta de respeto a la Cámara Alta y a las víctimas políticas

Esta actitud ha sido muy criticada por varios grupos parlamentarios , no solo por la forma, sino por el fondo: Pedro Sánchez comparecía ante la Cámara para dar explicaciones sobre una trama que implica a su núcleo más cercano — Ábalos, Cerdán y Koldo García — por pagos en metálico, comisiones ilegales y presunto blanqueo de capitales .

En lugar de aclarar su vinculación con estos dirigentes, el presidente se ha escudado en evasivas , ironías y gestos de superioridad institucional , como cuando negó conocer la ubicación del despacho de la gerente del partido que le entregó sobres en efectivo .

La 'banda del Peugeot', motivo de burla presidencial

Uno de los momentos más llamativos ha sido la alusión a la conocida “banda del Peugeot” , el grupo que acompañó a Sánchez durante las primarias de 2017 , y que hoy está bajo investigación judicial .

La senadora María Caballero preguntó de forma directa:  «¿En el Peugeot cuántos iban?»

Sánchez respondió con sorna:  «¿Me está preguntando usted cuántos iban en el Peugeot? ¿De verdad, señoría? Pues depende del día»

Cuando Caballero le recordó que no caben “miles de militantes” en un coche , el presidente zanjó el asunto diciendo que se trataba de una “pérdida de tiempo” .

Una comparecencia que deja más sombras que certezas

Pedro Sánchez ha comparecido por obligación legal ante una comisión que investiga posibles delitos cometidos bajo su mandato y por colaboradores elegidos por él. Sin embargo, su actitud defensiva, irónica y en ocasiones provocadora ha dejado un poso de inquietud institucional .

No solo ha evitado contestar a preguntas esenciales —como el uso del dinero en efectivo, su relación con los implicados o su papel en las decisiones financieras del partido—, sino que ha deslegitimado la labor fiscalizadora del Senado , órgano constitucional al que está obligado a rendir cuentas.