Aunque el Palacio de la Magdalena fue construido a comienzos del siglo XX como residencia veraniega de Alfonso XIII, durante la dictadura franquista mantuvo un papel simbólico. El régimen utilizó sus instalaciones en ocasiones para actos oficiales y estancias temporales de Franco, mientras seguía funcionando como sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Sin ser una residencia emblemática del franquismo, el palacio forma parte del entramado de espacios que reflejan las continuidades y resignificaciones del poder a lo largo del siglo XX en España.

Ahora, el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática ha iniciado el procedimiento para que el conjunto de la Península de La Magdalena de Santander sea declarado el primer Lugar de Memoria de Cantabria.

Así lo ha anunc

See Full Page