Escondidos en las entrañas de la Universidad Complutense de Madrid, medio millar de animales plastinados con anomalías congénitas esperan pacientemente a que el tiempo, la falta de fondos y la desidia los manden un almacén perdido de la mano de Dios.

Más de 25 años de trabajo que están a punto de perderse.

Un sitio muy muy raro. Como contaba Manuel Ansede en El País , Nieves Martín y Luis Avedillo (dos investigadores de la Facultad de Veterinaria de la UCM) llevan un cuarto de siglo recogiendo todo tipo de animales con malformaciones. SIn embargo, la falta de fondos y los cada vez más exigentes requisitos que pide la administración hacen que la colección esté a punto de echar el cierre.

La denegación de las últimas subvenciones (de apenas 23.000 euros) hacen que la situación empiece

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