Tras la victoria oficialista en las elecciones legislativas, el Gobierno puso en marcha una serie de medidas para impulsar la actividad económica y recomponer el nivel de consumo y crédito. El resultado en las urnas despejó dudas sobre el esquema cambiario en el corto plazo y permitió un giro de enfoque: pasar de una política centrada en contener el dólar y absorber liquidez, a una estrategia orientada a inyectar pesos, moderar el costo del financiamiento y estimular el crédito productivo y al consumo.

Menor renovación de deuda en pesos

El primer paso fue la última licitación de títulos en moneda local, donde el Ministerio de Economía decidió renovar solo el 57,18% de los cerca de 12 billones de pesos que vencían, dejando liberados casi 5 billones de pesos en el mercado. Esta decisión ap

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