Las recientes renuncias de Guillermo Francos como Jefe de Gabinete y Lisandro Catalán del Ministerio del Interior han sacudido la estructura del Gobierno argentino. Estas dimisiones, que se producen en un contexto de tensiones internas, han dejado a Karina Milei en una posición de mayor poder.

Francos presentó su renuncia mediante una carta al presidente Javier Milei, en la que expresó su descontento por los rumores sobre cambios en el Gabinete. En su misiva, Francos se mostró "harto" de las especulaciones que provenían de la Casa Rosada y reconoció que había perdido el apoyo de Javier y Karina Milei.

Manuel Adorni, actual vocero de Milei y legislador electo, asumirá el cargo de Jefe de Gabinete a partir del lunes. Su nombramiento se considera un movimiento estratégico que refuerza la influencia de Karina Milei en el Gobierno. Adorni es visto como un aliado cercano de Karina, lo que podría cambiar el equilibrio de poder en la administración.

La renuncia de Catalán, un colaborador de Francos, se produjo poco después de la salida de su jefe. Esto pone de manifiesto la lucha interna entre Karina Milei y Santiago Caputo, un asesor presidencial. Esta disputa se intensificó tras la reciente victoria electoral del oficialismo, que le otorga mayor fortaleza en el Congreso.

Karina Milei ya había logrado un avance significativo al reemplazar al canciller Gerardo Werthein por Pablo Quirno, un economista con quien había establecido una buena relación. En su carta de renuncia, Francos destacó su compromiso con el diálogo y la búsqueda de consensos necesarios para las reformas estructurales en Argentina.

"Ha sido para mí un honor ser parte de un proyecto transformador que tiene por objeto encaminar a nuestro país en una senda de libertad y progreso", afirmó Francos. La Casa Rosada, en respuesta, agradeció su labor y lo consideró una figura clave en la primera etapa del Gobierno.

Se especula que el presidente Milei podría ofrecer a Francos un puesto como embajador, posiblemente en Londres, aunque no se ha confirmado oficialmente. La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro del Gabinete y las decisiones que tomará el presidente en los próximos días, mientras el oficialismo busca consolidar su poder y avanzar en su agenda de reformas.