RÍO DE JANEIRO (AP) — El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, dijo el sábado que los productos brasileños exportados a Estados Unidos, entre ellos, el café, la carne de res y las frutas tropicales, mantendrán un arancel del 40%, a pesar de la decisión del presidente Donald Trump de eliminar algunos impuestos a la importación.
El viernes, en un drástico movimiento, Trump eliminó los gravámenes anunciados en abril en lo que llamó el “Día de la Liberación”, con la esperanza de fomentar la producción nacional y levantar la economía de Estados Unidos. En ese momento, Brasil fue afectado con un arancel del 10%.
Sin embargo, en julio, Trump impuso un arancel adicional del 40%, mencionando, entre otras razones, el juicio a su aliado, el expresidente Jair Bolsonaro, al que calificó de “cacería de brujas”. El proceso continuó y en septiembre, Bolsonaro fue condenado a 27 años y tres meses de prisión por intento de golpe de Estado.
Alckmin dijo que algunos productos, como el jugo de naranja, ahora tendrían un arancel cero, ya que no fueron objeto del gravamen adicional del 40%. Pero ese impuesto extra sigue vigente para productos como el café, la carne de res y las frutas tropicales, como los mangos y las piñas.
Aunque el vicepresidente de Brasil acogió con satisfacción la reciente decisión de Trump, a la que calificó de “positiva” y un “paso en la dirección correcta”, señaló que aún queda una “distorsión que necesita ser corregida”.
“Todos obtuvieron un 10% menos, pero en el caso de Brasil, que tenía un 50%, terminamos con un 40%, lo cual es muy alto”, expresó Alckmin a los periodistas en Brasilia, la capital brasileña.
Alckmin señaló que la decisión del viernes significa que el 26% de los productos brasileños ahora ingresan a Estados Unidos sin aranceles adicionales. Eso es un aumento con respecto al 23%.
La decisión que Trump tomó en julio, que fue abiertamente política ya que Brasil tiene un déficit comercial con Estados Unidos, llevó a las peores relaciones en la historia de ambos países.
Tales relaciones han mejorado desde entonces, y en octubre el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y Trump se reunieron en Malasia.
“La conversación del presidente Lula con el presidente Donald Trump fue importante en términos de diálogo y negociación”, manifestó Alckmin el sábado.
Después de ese encuentro, Lula dijo que confiaba en que los dos países pronto alcanzarían un acuerdo comercial.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, se reunieron durante 50 minutos esta semana para avanzar en la conversación.
El gobierno de Trump ha insistido en que sus aranceles ayudaron a llenar las arcas del gobierno y no fueron un factor importante en el aumento de precios en las tiendas de comestibles de todo el país. Pero los demócratas presentaron de inmediato el movimiento del viernes como un reconocimiento de que las políticas de Trump perjudican los bolsillos de los estadounidenses.
Los precios récord de la carne de res han sido una preocupación particular, y el mandatario había dicho que tenía la intención de tomar medidas para intentar reducirlos. Los aranceles de Trump sobre Brasil, un importante exportador de carne de res, habían sido un factor.
De vuelta en Brasil, la Asociación Brasileña de la Industria del Café dijo que seguiría vigilando la situación.
“Seguiremos trabajando para garantizar la seguridad jurídica, la competitividad y la previsibilidad para la industria del café brasileña”, dijo en un comunicado Pavel Cardoso, presidente del grupo.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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