LA SOBERBIA , la descalificación y el “háganle como quieran” han provocado que el tono de los productores agropecuarios y transportistas se radicalice. De esa mezcla nace un riesgo evidente: protestas, bloqueos, tomas de aduanas y puentes internacionales que escalan cada día y que, de seguir así, pueden desembocar en una revuelta social .

El gobierno federal finge escuchar, pero al mismo tiempo tira por la borda cualquier intento de negociación . Amenaza con todo el poder concentrado, como lo hizo la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez ; y va más allá cuando la presidenta Claudia Sheinbaum habla abiertamente de una intervención militar para contener las manifestaciones.

La presidenta de Morena, Luisa María Alcalde , parece vivir en otra dimensión: asegu

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