Pregúntenle a Regino, 68 años, residente en el reparto Micro 3, provincia Santiago de Cuba a 957 kilómetros al este de La Habana, su opinión sobre la gestión de las autoridades del partido comunista tras el paso del huracán Melissa por la región oriental, y escuchará una respuesta donde mezcla la impotencia, rabia y el descontento que a diario padecen los cubanos de a pie.
Antes de criticar ferozmente a las instituciones de la dictadura más longeva del hemisferio occidental, Regino reconoce que la culpa del actual desastre “es del pueblo, por darle un cheque en blanco a estos bandoleros. Ellos gobiernan desde hace 66 años por culpa del miedo, por aplaudir y participar en cualquier locura sin pedir explicaciones. Yo mismo fui voluntario a la guerra de Angola. Nadie me obligó. Estábamos ado

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