Según la antigua versión bíblica de Casiodoro de Reina (1569), las Sagradas Escrituras nos obligan a llamar las cosas por su nombre, de ello se desprende y basa el título de estas líneas.

En nuestro continente vienen apareciendo –reiteradamente- falsos mesías como Jair Bolsonaro en Brasil –cuyo segundo nombre por cierto es Messias, con doble s-, elevado a la presidencia por las iglesias cristianas, siendo Bolsonaro en realidad, seguidor del propio diablo, dejando morir más de 600 mil personas de su pueblo a causa del Covid 19.

En Bolivia, el fascista Camacho, bajo presunta inspiración de un supuesto cristianismo, instó a la burguesía a dar un golpe de Estado; no contra Evo Morales, sino contra la democracia boliviana, consumando la ruptura del hilo constitucional.

Ingresando una réplica

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