La presión de la inspección de Trabajo , que opera bajo el mando de la ministra  Yolanda Díaz , ha obligado al dueño y administrador único de Sargadelos , Segismundo García , a dimitir «como gestor o CEO » de la histórica fábrica de cerámica de Cervo (Lugo) y ha anunciar un expediente de regulación temporal de empleo ( ERTE ) por fuerza mayor con efectos desde el 27 de noviembre y hasta el 15 de diciembre. Este expediente afectará a 86 trabajadores de la planta.

Así, el propietario de la histórica firma ha comunicado al Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña su «dimisión como gestor o CEO» once años después, cuando tomó el mando porque encontraba en situación concursal. Por el momento, queda intacta la actividad de la factoría de O Castro, en Sada .

En un escrito, el dueño de Sargadelos denuncia que su dimisión y el ERTE que se deben a la «chulería» de la inspección de Trabajo, que le «obliga» a «cesar en las funciones ejecutivas que venía realizando» con fecha de este mismo viernes.

En la actualidad, Sargadelos ya no está en concurso de acreedores, pues salió de él en 2016. Por ello, el propio García traslada en el escrito para el juzgado que la planta «ha satisfecho la totalidad de los créditos privilegiados y ha abonado la práctica totalidad de los créditos ordinarios devengados hasta la fecha».

«Se deja una empresa sin deudas , con amplia y recurrente tesorería, prestigiada en el mercado y en plena época de expansión», manifiesta quien, en todo caso, continúa siendo el dueño de la planta.

En ese sentido, García volvió a detener la actividad este jueves. La decisión llegó tras una nueva visita de tres inspectores, que acudieron para comprobar el estado de las instalaciones, algo que sucedió también a principios de abril.

En aquella ocasión, Sargadelos cerró esta planta «clave» para el desarrollo cultural de Galicia durante el siglo pasado, declarada además Bien de Interés Cultural (BIC). Por esto último, García propuso en su momento que se aprovechara «para acometer un centro de interpretación de la cerámica»».

Sin embargo, pese a las presiones de Yolanda Díaz, la  Xunta de Galicia  sí pensó en su importancia y  salvó la planta , comprometiéndose a realizar un estudio de las posibles mejoras en la protección de los trabajadores.

La Consellería de Empleo, Comercio y Emigración ofreció a Sargadelos la plena colaboración y sensibilidad para implantar las mejoras precisas para la protección de la salud de los trabajadores.

«Si como consecuencia de ello fuera necesario asumir nuevas obras de adecuación de las instalaciones, la Xunta se compromete a apoyar su realización, teniendo en cuenta la especial singularidad de las instalaciones, cualificadas como BIC», sentenció.

Sargadelos sufre la presión de Yolanda Díaz

A diferencia de lo sucedido en abril, en esta ocasión no se presentó la Guardia Civil , y entre la plantilla de producción se extienden el desconcierto, el malestar y una clara sensación de desamparo.

Los trabajadores no comprenden la aplicación de un ERTE en un momento en el que Sargadelos ha incorporado nuevo personal y ha abierto una tienda en Barcelona , entre otras iniciativas que reflejan movimiento empresarial.

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Por su parte, el dueño de Sargadelos llegó este viernes antes de lo habitual, alrededor de las 8:40 horas, y accedió a la planta sin dirigirse a las trabajadoras. En torno a las 11:30 horas abandonó el lugar.

En su carta de «dimisión», critica la «abundantísima y, a veces, contradictoria legislación y normativa de todo tipo», pero carga «sobre todo» con la del ámbito laboral, así como con «la altanería, engreimiento y chulería de la inspección de Trabajo».

ERTE a 86 trabajadores

En cuanto al ERTE, se refiere a la «paralización obligada de la producción tras las actuaciones y requerimientos formulados por la inspección de trabajo y seguridad social en relación con posibles riesgos asociados al polvo de sílice en determinados puestos de trabajo, que, de existir, pueden ser perjudiciales para la salud de los trabajadores».

«Tal situación nos obliga a interrumpir (confiemos que temporalmente) la actividad productiva en las áreas afectadas (producción) para garantizar plenamente la seguridad y salud de la plantilla», afirma. «Esta situación constituye una causa de fuerza mayor en los términos previstos en la normativa laboral», añade.

Por ello, la empresa ha solicitado la autorización del ERTE por fuerza mayor ante la autoridad laboral, según indica. «Una vez recaiga resolución y se concreten las medidas, se comunicará a los afectados», apunta.

En concreto, son ocho hombres y 78 mujeres, según recoge el expediente, presentado en el registro de la Xunta este viernes a primera hora, según consta en la documentación remitida por Segismundo García a los medios de comunicación.