La odisea para First Brands , el mediático caso de bancarrota en Estados Unidos que ha expuesto las vulnerabilidades del crédito privado en los últimos meses , continúa. El fundador de First Brands , Patrick James, y dos directivos del proveedor de partes de automóviles, Stephen Graham y Michael Baker –empresarios que aún figuran al frente de varios vehículos de inversión en Europa–, ahora están implicados en cuatro investigaciones distintas en Estados Unidos , según han relevado documentos judiciales vistos por este periódico. Además, esta semana la cúpula ha pedido permiso al juez para utilizar el seguro que First Brands otorgó a los tres altos cargos para solventar sus deudas legales, que, según ellos, ya no pueden pagar de sus propios bolsillos.

Estas pólizas D&O, que protegen a los ejecutivos o administradores de reclamaciones o demandas, se otorgan a cargos actuales. Los nuevos directivos al frente de First Brands, como el nuevo consejero delegado, Charles Moore , han indicado esta semana que no indemnizarán a los tres empresarios. Esto ha llevado a James , Graham y Baker  a pedir un rescate por vía de sus seguros para poder hacer frente a los honorarios de sus abogados o sufrir «daños irreparables». First Brands insiste en que otorgar el seguro sería una violación de la Ley de Quiebras.

Las investigaciones sólo han puesto más presión sobre sus bolsillos y las cuentas han ido sumando y sumando para hacer frente a la batalla legal que implica a centenares de empresas. La deuda del colapso de este gigante ya asciende a 12.000 millones de dólares (10.349 millones de euros).

Entre las cuatro investigaciones activas, una está siendo llevada a cabo por el Comité de Acreedores No Garantizados , que incluye a una cadena enorme de bancos, proveedores de utilidades y otras empresas, además de una investigación por parte de un Comité Especial de Investigación. Además, Patrick James está implicado en otro proceso judicial que permanece sellado por el Tribunal de Quiebras del Sur de Texas. La telaraña de financiación también ha contagiado a otros jugadores de la banca que han perdido millones de dólares tras el colapso, como un fondo del banco privado Jefferies, que está siendo investigado ahora por la Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC, por sus siglas inglés), según el Financial Times .

Este periódico halló esta semana que el Banco Santander, a través de Deva Capital, otorgó un préstamo de 140 millones de dólares (120 millones de euros) a otro grupo dentro del grupo First Brands en Países Bajos , y que aún se le debía 76,7 millones de dólares (66 millones de euros).