El PSOE, al fin, mueve ficha. 48 horas después de que elDiario.es informase de la desaparición de dos denuncias por acoso sexual contra Paco Salazar en el canal interno del partido y del carpetazo a la investigación, las dos mujeres denunciantes han sido contactadas por Ferraz por ese canal interno para poner en marcha la tramitación que estipula el protocolo antiacoso de los socialistas.

Las dos denunciantes recibieron a lo largo del martes sendas notificaciones que certifican, ahora sí, que sus escritos han sido admitidos a trámite. Y que, por tanto, la investigación echa a andar después de cinco meses de no haber obtenido respuesta alguna. Tal y como adelantó en exclusiva este periódico, las denuncias datan del 8 y del 28 de julio, respectivamente.

La indignación por el escándalo Salazar, pese a los intentos de la dirección federal por rebajar el asunto, recorre todas las federaciones socialistas. Muchos son los dirigentes que demandan explicaciones a los responsables del partido que debían haber investigado las denuncias. “Esto no se puede zanjar como si no hubiera pasado nada. Queremos que nos expliquen qué ha pasado, qué se hizo y hasta dónde estamos dispuestos a llegar en este asunto que mancilla las siglas de un partido que lleva a gala la bandera del feminismo”, se queja un alto cargo del PSOE de Andalucía.

La dirigencia que no habita entre los muros de la calle Ferraz y La Moncloa quiere saber y está en su derecho y, además de interpelar a la responsable de Organización, Rebeca Torró, apunta también a la vicepresidenta primera, vicesecretaria general del PSOE y líder de los socialistas andaluces, María Jesús Montero en tanto en cuanto el ex asesor del presidente militaba en su agrupación y trabajó durante años codo con codo con la también ministra de Hacienda. “Salazar ha estado protegido todos estos meses por la dirección andaluza, con cuyos integrantes mantiene una relación constante y fluida”, lamenta otro dirigente.

Desde La Moncloa también lamentan que el partido no haya estado a la altura y sospechan que desde Ferraz “se ha ocultado información al presidente del Gobierno”. Así lo cree una de las personas más cercanas a Sánchez, quien asegura que cuando el secretario general del PSOE leyó en elDiario.es los escritos de los denunciantes “no tuvo ninguna duda de la trascendencia del asunto” y demandó a Torró las explicaciones por las que durante cinco meses no se había interesado.

La sensación en otros ámbitos del PSOE es que, conocido el alcance del escándalo, Moncloa y PSOE tratan de responsabilizarse mutuamente de lo ocurrido, pero lo cierto es que pocas dudas hay de que quienes habitan en el complejo presidencial y quienes lo hacen en Ferraz son los mismos y no pueden desdoblarse de sus funciones.

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