Que la vida está llena de rencor y de venganzas es algo tan real como poco reconocido por todos. Y sí, lo está. Cada uno de nosotros reserva un poco de veneno en su interior para inoculárselo al que un día le hizo sufrir. Curiosamente, la mayor parte de nuestros deseos de resarcimiento suelen estar relacionados con amores y desamores, tal vez porque no se odia tanto a nadie como a aquel al que se amó. Pero la vida, salvo en circunstancias contadas, ofrece pocas oportunidades para quedarse en paz. Por eso, cada vez escribe más gente.
Entre las múltiples virtudes que tiene la escritura, se encuentra esa tan terapéutica de destruir a quien nos agravió cuando nuestro propio amor hacia él (de pareja, amistad, cercanía o familia) permitió que lo hiciera. Carmen Posadas suele decir que cuando al

LA RAZÓN Opinión

Noticias de España
ALERTA El Diario de Cantabria
El Comercio
Antena 3 Noticias Tecnología
CLM24 Cultura
The Conversation
Screen Rant
America News