En Oslo, mientras Gabriela Montero y Danny Ocean expresan su emoción con música inolvidable, estallan los aplausos en distintos lugares del planeta, para celebrar el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a la lideresa venezolana María Corina Machado. Reconocimiento universal por méritos demostrados en la extenuante, peligrosa, pacífica, lucha por la restitución de la Democracia, la libertad, en Venezuela.

Mientras este honroso evento se celebra, la larga mano del Imperialismo del mal, activa una poderosa hidra para desacreditar el premio. Articulistas, comentaristas, medios, redes, robots, lobbies, "personalidades” que declaran, partidos financiados, entran en una desaforada actividad, para intentar opacar el prestigioso, histórico evento. Tal acontecimiento tiene la virtud de significa

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