Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa

Ante la coyuntura que se presenta actualmente, en momentos en que los partidos políticos barajan sus cartas y tratan de organizar las fichas de ese ajedrez en el que varios contendores desean participar creyendo poder ganar, moviendo sus piezas sagazmente en el tablero variopinto en el que cualquier movimiento mal hecho puede ser nefasto para el futuro de las colectividades, se genera un ambiente de incertidumbre en cada rincón del territorio patrio.

Y es que no es para menos porque el 2026 viene cargado de presiones y de sorpresas, que pueden generar nuevos cambios en la dinámica de la política del país, que, sin lugar a dudas, pueden producir un reacomodo estatal que de origen a nuevas coyunturas para las que debemos estar preparados.

El acrecentamient

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