La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid no está consiguiendo inspeccionar algunos de los servicios no sanitarios que se prestan en el hospital de Torrejón de Ardoz , en el foco mediático desde que el diario El País hizo públicos unos audios del CEO de Ribera Salud (la empresa que gestiona este centro) ordenando subir las listas de espera para mejorar el margen de beneficios. Sanidad ha intentado contratar este año tres auditorías para supervisar si los servicios de limpieza, esterilización y gestión de almacenes se prestan correctamente. Los tres contratos han quedado desiertos, según la información que aparece en el perfil de contratación del Ejecutivo autonómico que preside Isabel Díaz Ayuso .
Madrid tiene cinco hospitales en la red pública que pertenecen en realidad a empresas privadas. Cuatro de ellos, la Fundación Jiménez Díaz, el Infanta Elena de Valdemoro, el hospital de Villalba y el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles pertenecen al Grupo Quirón . El quinto hospital es el de Torrejón de Ardoz, hoy del Grupo Ribera Salud . Este modelo se lo inventó Esperanza Aguirre. La empresa construye el hospital y lo gestiona durante un plazo de tiempo a cambio de prestar el servicio público sanitario (por el que recibe un canon en función de la población), además de poder gestionar otros servicios no sanitarios, como la seguridad, la limpieza o la climatización. También pueden captar pacientes de otras áreas, por los que también cobran.
En el caso de Torrejón, la concesión es por 30 años y finaliza en 2039 . La Dirección General de Gestión Económico-Financiera y Farmacia del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) tiene, entre sus competencias, la función de supervisión y control de la prestación de los servicios no sanitarios en los hospitales gestionados en régimen de concesión. Para desarrollar esta función, inspecciona los servicios, las instalaciones, el equipamiento, los sistemas de información, así como toda la documentación relacionada con el objeto de los contratos de concesión. “En este sentido, podrá realizar cuantas auditorías considere oportunas en orden a la verificación de la calidad y disponibilidad de los servicios concesionados”, señalan desde el SERMAS. Es decir, no hay un número oficial de auditorías que sean obligatorias realizar.
Estos servicios no sanitarios que gestiona el hospital y que inspecciona la Consejería de Sanidad son los de restauración, mantenimiento, limpieza, lencería y lavandería, seguridad y vigilancia, gestión de los residuos urbanos y sanitarios, conservación de jardines, esterilización, desinsectación y desratización, gestión de almacenes y distribución logística, y apoyo administrativo (servicio de atención al paciente, recepción y centralita telefónica). Es Sanidad quien licita los contratos para que auditoras privadas inspeccionen servicios privados dentro de un entramado público.
14 contratos en diez años
En el perfil del contratante de la Comunidad de Madrid aparecen 14 contratos, entre 2015 y 2025, para auditar distintos servicios no sanitarios del hospital de Torrejón y de los tres hospitales de Quirón que se rigen por este sistema (la Fundación Jiménez Díaz tiene otro). Cuatro de estas auditorías se licitaron en 2025 . Tres de ellas han quedado desiertas: la auditoría de calidad de los servicios de limpieza; la auditoría de calidad de los servicios integrales de esterilización; y la auditoría de calidad de los servicios de gestión de almacenes y distribución logística.
Estas tres auditorías tienen un coste de 253.000 euros, pero de momento Sanidad no ha encontrado ninguna consultora que pueda inspeccionar estos servicios. En principio, los contratos de concesión obligan a las empresas que gestionan estos hospitales (Ribera Salud y Quirón) a poner a disposición del órgano de contratación (el SERMAS) el 0,5% del precio anual del contrato que firmaron con Sanidad para la realización de estas auditorías de calidad. Por ejemplo, en el caso de Torrejón, la Comunidad se comprometió a abonar 2.127 millones de euros a Ribera Salud en los 30 años de concesión : 26,8 millones en 2011, 76 millones al año entre los ejercicios 2012 y 2038; y de 46,2 millones en 2039. Es decir, que de los 76 millones que iba a recibir en 2025, unos 380.000 euros se reservan para estas auditorías.
El problema (y la suerte para estas empresas) es que la cuenta final que reciben estos centros por parte de la Comunidad de Madrid nunca coincide con la inicialmente presupuestada. Siempre es superior. El hospital de Torrejón recibió 82,5 millones en 2018; cifra que subió a 79,8 millones en 2019; a 82,5 millones en 2020; volvió a bajar a 78,9 millones en 2021, para seguir subiendo en 2022 (173 millones), 2023 (102 millones) y 2024 (144 millones). Falta cerrar el año 2025. En estos siete ejercicios ha recibido 152 millones más de lo inicialmente previsto . ¿Por qué? Porque el negocio está en atender pacientes que no son de su área sanitaria (aquellos que no están recogidos en el acuerdo inicial). Cuantos más atienda, más engorda su cuenta de resultados.
Tres auditorías de los servicios sanitarios
La polémica que rodea al Hospital de Torrejón de Ardoz ha obligado a la Consejería de Sanidad y al propio Grupo Ribera Salud a realizar auditorías sobre las denuncias publicadas, todas relativas a servicios sanitarios. Ribera Salud ha negado cualquier tipo de instrucción dada desde la empresa a los profesionales de dicho centro: “no se ha cambiado proceso de triaje alguno, reutilizado material sanitario alguno, ni manipulado el criterio de asistencia”. Ribera Salud ha realizado una auditoría interna. Tres departamentos de la Consejería de Sanidad también han realizado sus propias auditorías sin detectar, de momento, ninguna irregularidad. El PSOE ha llevado el asunto a la Fiscalía, y un abogado particular, Javier Flores, también ha presentado otra denuncia ante el ministerio público.

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