Por Eladio Solarte Pardo
-JP. Ni con el sol a sus espaldas me ha convencido este Gobierno y, aunque en un principio decidí darle tiempo al tiempo, la verdad es que me quedé esperando que se materializaran tantos ofrecimientos de campaña, pues al fin y al cabo es permitido soñar despiertos… El tiempo que resta a duras penas alcanza para empacar maletas, si es que resuelve salir por la puerta grande.
-Evidentemente, don Juan. Su aplomado raciocinio se identifica con el anhelo de muchos colombianos, ahora expectantes. Como usted lo afirma, muchos se quedaron con los crespos hechos. El inventario de realizaciones resulta demasiado pobre. Solo unos pocos sectores de la población consiguieron alguna minucia, elevada a su máxima potencia por aquello del fanatismo extremo. No obstante, pienso qu