La noche del 7 de septiembre de 2017, a las 11:49:17 PM, la tierra se estremeció con una fuerza que no se había registrado desde en año 1985 en México. Un sismo de magnitud 8.2, con epicentro en el Golfo de Tehuantepec, sacudió al país y provocó devastación en amplias zonas del sur.
Más allá de las cifras, el movimiento telúrico fue sentido desde Chiapas hasta la Ciudad de México. Fue tan prolongado e intenso que despertó a millones, y en cuestión de segundos, transformó la vida de miles de familias.
102 VIDAS PERDIDAS Y UNA HERIDA ABIERTA EN LA MEMORIA COLECTIVA
El saldo fue doloroso: al menos 82 personas murieron en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco. Las víctimas fueron, en su mayoría, personas que se encontraban en viviendas frágiles o zonas rurales donde la ayuda tardó en llegar.