Desde la Alameda Central –el primer parque público de la Ciudad de México y testigo de múltiples capítulos de la historia nacional–, artistas, ciudadanos y activistas levantaron un frente de resistencia por una Palestina libre. Mediante murales visibilizan la demanda de justicia, lanzan un llamado a la solidaridad internacional y a detener el genocidio.
En su recorrido por el Centro Histórico, los paseantes se encuentran con un Benito Juárez cubierto por una kufiya, con un zapatista que empuña una resortera y con un colibrí suspendido en pleno vuelo, imágenes que entrelazan símbolos locales con la lucha del pueblo palestino.
“Aquí el arte se convierte en herramienta didáctica contra la injusticia: articulamos a la sociedad inconforme y generamos identidades y pertenencias en torno a la d