Hay obras de arte que permanecen ocultas tras muros y vitrinas, confinadas en colecciones privadas y reservadas a los ojos de unos pocos. El arte de Toni Batllori (Barcelona, 1951 – Teià, 2023), en cambio, siempre fue abierto y cercano, al alcance de todos. Durante décadas, sus viñetas fueron descubiertas por los lectores que cada mañana abrían las páginas de este diario, donde se publicaba Ninots , la tira de humor gráfico que abordaba con ingenio la actualidad política. Hoy, también descubren su arte quienes atraviesan la confluencia de la Diagonal con la Rambla del Poblenou, donde se alza el Monument a les Il·lusions Perdudes ( Malip ), un testimonio de su creatividad.
Batllori era un apasionado de su trabajo como humorista gráfico, pero su vocación y producción artísticas iban m